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El hombre que creyó en el Mustang

Lido (Lee) Anthony Iacocca 15 octubre 1924 – 2 julio 2019

 

Una leyenda del automóvil cuya historia lejos de pasar desapercibida, marcó nuevas pautas, nuevos criterios y otra manera de entender el automóvil dentro del mundo de los negocios, siempre guiado por su intuición y reconocido mundialmente como “el padre del Mustang”, nos ha dejado el pasado día 2 de julio.

Como toda su historia es bien conocida, vamos a detenernos a modo de humilde homenaje, en las circunstancias en las que se produjo la creación y el desarrollo del Mustang.

La primera generación del Mustang tal y como la conocemos, nació así por un hecho totalmente fortuito e inesperado: la llamada del gobierno del presidente Kennedy a Robert McNamara, entonces presidente de Ford Motor Company (primer presidente que no pertenecía a la familia Ford), para ocupar el cargo de Secretario de Defensa, lo que hizo hasta 1968.

La salida de McNamara propició que Lido Anthony “Lee” Iacocca se convirtiera en vicepresidente de la División Ford a los 35 años de edad y en 1960 reemplazara a Robert McNamara como manager general de la División Ford. Su especial intuición del producto que el mercado demandaba y de la emotividad que éste debía transmitir al comprador, hicieron decir a Eugene Bordinat (responsable del proyecto del Mustang prototipo 2 asientos de 1962 y consultor de diseño del Fairlane Committee): El negocio del diseño (automovilístico) es probablemente un 40% lógica y un 60% emoción, mientras que para McNamara es 100% lógica y 0% emoción.

A éste último se le considera “el padre del Ford Falcon”, vehículo tan absolutamente racional, sobrio, soso y frío que no logró contactar con el público joven americano de la época, como ocurrió con la competencia (Chevrolet Corvair y Plymouth Valiant), modelos todos ellos demasiados serios y carentes de emoción.

Lee Iacocca creó y dirigió en 1.960 las reuniones semanales de una serie de ejecutivos de Ford en el Hotel Fairlane Inn de Dearborn (Michigan) orientadas fundamentalmente al análisis y discusión de estrategias y nuevos productos. Visto el éxito de ciertos estudios de mercado en los que se habían empleado todo tipo de medios, casi sin limitación, para determinar el coche que querían supuestamente los estadounidenses hasta el último detalle, y que dio como resultado el modelo Edsel, un coche que casi arruina a la casa Ford, Iacocca se dejó llevar por su instinto y su visión de futuro.

Los ejecutivos integrantes de su grupo de trabajo, se denominaban a sí mismos Fairlane Committee y el tema más recurrente y habitual por entonces, era la creación de un nuevo concepto de automóvil, capaz de dar respuesta al segmento de población joven, desde los 16-24 años en adelante, universitarios, estudiantes, matrimonios jóvenes y gente con su primer trabajo, atraída por la imagen deportiva del Corvair Monza (creado para captar a ese grupo de gente), para los que el Ford Falcon resultaba de estilo muy conservador y anodino, como sus ventas demostraban.

Lee Iacocca, instruyó al Fairlane Committee en el año 1.961, para iniciar los estudios para la definición del nuevo coche «juvenil» del que Ford carecía en ese momento. Se exploraron nuevos aspectos del mercado, con otros parámetros diferentes a los que dieron lugar al Edsel y que no habían sido considerados hasta entonces, para concretar al máximo el nuevo coche: diseño, concepto y una imagen deportiva innovadora. Se empezaba a gestar así, el Mustang.

Si bien se presentó en 1.962 un vehículo biplaza con motor central, denominado Mustang I, de la mano del Jefe de Estilo Eugene Bordinat, se tenía claro que ése no era el camino a seguir, aspecto que quedó refrendado totalmente cuando el primer Ford Thunderbird, de cuatro plazas, triplicó las ventas del mismo modelo en versión biplaza.

Los “nuevos” estudios de mercado habían enseñado a los directivos de Ford que el nuevo modelo debería combinar fundamentalmente una línea deportiva, buena apariencia y maniobrabilidad con un precio básicamente bajo y la posibilidad de hacerse el coche “a medida” a través de múltiples opciones, tanto de carrocerías como de motorizaciones.

El Comité de Planificación de Producto de Ford, en agosto de 1.963, se dio cita en el Centro de Estilo para enjuiciar una serie de seis maquetas, a tamaño natural, que representaban otras tantas propuestas. Una de ellas, seleccionada para esta prueba apenas quince días antes y construida a toda velocidad se denominaba Cougar y tenía la peculiaridad de presentar dos mitades asimétricas. El diseño final de esa maqueta doble era de Joe Oros junto a su equipo de estilo: L. David Ash y Gayle Halderman. Fue realmente éste último quién a petición de Joe Oros, dibujó unas semanas antes, cinco propuestas distintas en papel en la mesa de la cocina de su casa, durante un fin de semana. A Oros le entusiasmó uno de ellos y el estilo del coche evolucionó a partir de ese boceto, convirtiéndose en el modelo izquierdo del molde de arcilla.

La maqueta estática presentaba por el lado derecho, un estilo con una doble toma de aire lateral tras la puerta y una curva muy acusada en la aleta trasera, a la altura del paso de rueda posterior, pero la imagen era un tanto contradictoria y en lado izquierdo, aparecían en la vista lateral todos los elementos que el Comité buscaba para el nuevo coche, con faros principales rectangulares que luego se harían circulares, resultando ésta la versión elegida de modo unánime.

Sólo hubo que esperar hasta el seis de octubre de ese mismo año, en el Grand Prix de U.S. en Watkins Glen, para que el público tuviera el primer contacto con el nuevo coche a través del Mustang II, un prototipo rodante de cuatro plazas que contenía las líneas maestras del futuro modelo de calle: la parrilla, el perfil, las falsas tomas de aire tras las puertas, el largo y bajo capó y otros elementos estilísticos que aparecerían en la versión definitiva. La reacción del público fue entusiasta y ello supuso el impulso definitivo del nuevo modelo (denominado internamente proyecto T-5), que desde hacía un año estaba siendo desarrollado en secreto.

Ya se tenía la carrocería y, a partir de ese momento, había que construir el coche haciendo el proceso inverso al tradicional, adaptando las soluciones
mecánicas y de ingeniería de modelos existentes a las formas diseñadas por Oros y su equipo. Iacocca ordenó usar mayoritariamente la base del Falcón en todo aquello que fuera aprovechable fundamentalmente porque abarataba costos y a la vez evitaba tener que diseñar un coche desde cero, lo que suponía en ambos
caso un enorme ahorro de dinero y….¡de desarrollo!.

Se fueron solventando diversos pormenores como la escasa altura del capó delantero, que obligó a rediseñar la forma y posición del filtro de aire, se modificó el radiador de origen Falcon, al tiempo que se crearon nuevos métodos de producción para la estampación de ciertas partes, diferentes a cualquier otro modelo Ford fabricado hasta ese momento.

Por motivos comerciales exclusivamente (el precio del modelo base no debía superar los 2.400 $) se utilizaron todos los componentes posibles de vehículos en producción y así el Falcon Sprint, el Comet, el Fairlane y el Galaxie fueron los «donantes» de la mayor parte del bastidor, de las mecánicas (un seis cilindros de 170 C.I., un V-8 de 260 C.I. y dos V-8 de 289 C.I. inicialmente) y de los órganos de suspensión y demás elementos.

Casi al final del desarrollo de pre-producción, a finales del año 1963 y comienzos de 1964, Iacocca hizo que acudieran en sucesivas visitas, una serie muy considerable de clientes fidelizados de la casa Ford, todos ellos de variada edad y condición, a los que se les mostraba el Mustang, se les hacían preguntas sobre el estilo y otros detalles del coche y finalmente se les pedía que dijeran el precio que ellos estimaban que tendría ese automóvil una vez puesto en el mercado. Cuando Iacocca fue viendo que la respuesta a esa última pregunta sobre el precio, en la inmensa mayoría de los casos ¡duplicaba! el precio final que él tenía en mente, supo que había triunfado.

Finalmente el Mustang Hardtop de seis cilindros y caja manual de tres velocidades, salió a la venta por 2.368 $ (10 $ más barato que un VW Escarabajo).

Presentado oficialmente el 17 de Abril de 1.964 en el New York World´s Fair, apenas dieciocho meses después de haber sido seleccionado el diseño del equipo de Oros y elegido como Oficial Pace Car de la 48ª edición de las 500 millas de Indianápolis celebrada el 31 de mayo, el Mustang gracias a la intuición y a la visión del mercado de Lee Iacocca, empezaba a galopar y, con él, su leyenda.

Josele