Retromobile la gran feria del automóvil clásico en Francia, suele celebrarse a primeros de febrero y se hace coincidir con las subastas de casas tan importantes como Sotheby´s con su impresionante y luminosa carpa instalada en Champs Elisees, así como Bonhams que exhibe todo su material en el bellísimo Grand Palais (Palacio Grande), una incomparable obra de la arquitectura industrial del hierro del siglo XIX que deslumbra y te maravilla, aunque no quieras fijarte en ella.
La otra casa de subastas que interviene en la cita es la prestigiosa Artcurial y a diferencia de las dos anteriores, lo hace exponiendo todo dentro del recinto ferial en una amplia área reservada para ella.
Para hacernos una idea del inmenso tamaño de la feria baste señalar que su superficie que se amplió ligeramente en esta edición era de 75.000 m2 que era necesario buscarse referencias para saber donde estaban las salidas porque era muy sencillo perderse, ya que todo era enorme y así fue posible dar cabida a 120 clubes y a ¡600 expositores!
Hay que pensar que a diferencia de otro tipo de eventos similares, bastantes de las casas que exponen lo hacen sólo para eso: para mostrar al público lo que tienen y sin ningún vehículo a la venta. Este detalle puede dar una idea exacta de que estar en Retromobile es para muchos de los expositores, una simple cuestión de prestigio.
A título de muestra en el enorme stand de Lukas Huni había más de treinta vehículos absolutamente superlativos y todos simplemente para ser disfrutados, nada de modelos a la venta. El conjunto de Alfa Romeo de entreguerras, P3, 8C 2300 spider y 2600 incluido el bimotore de Tazio Novolari, por citar una mínima muestra, hacía que te quedaras mucho rato allí, contemplando tanta preciosidad y tanta historia de una sola marca, reunida en pocos metros cuadrados.

Pasada la feria y hecho el recuento oficial, 122.000 personas la han visitado este año y ha tenido la inmensa suerte de ser una de las poquísimas grandes ferias europeas que por su temprana fecha de celebración en el calendario, ha librado casi por los pelos, la nefasta pandemia que asola el mundo.
Resultaría un trabajo enorme intentar hacer una descripción de todo lo que allí se pudo disfrutar porque no sólo había cantidad de piezas expuestas, sino que el nivel de la gran mayoría las mismas era superlativo, rayando en la sobrerestauración, ese fenómeno que desde hace más de dos décadas está teniendo cada vez más presencia: los modelos están incluso mejor que cuando se construyeron, ya que tanto los materiales nuevos usados para rehabilitar los vehículos, como las técnicas aplicadas, especialmente en lo referido a tratamiento de maderas y pintura de carrocerías son técnicamente muy superiores ahora y se logran unos acabados imposibles en otras épocas.
Sería mucho más sencillo enumerar lo que faltaba y es que aunque suene a tópico, cualquier podía encontrar aquello que le gustara: clásicos de preguerra alemanes, franceses, ingleses, americanos, piezas únicas artesanales, stands de todas las casas francesas mostrando detalles o modelos de su historia poco o nada conocidos con ánimo de sorprender al visitante como Renault con una berlina de alta gama con motor V6 que no pasó de la fase de prototipo rodante o celebrando como en el caso de Citröen, el medio siglo de la comercialización del modelo GS.
También los museos tenían su espacio y en una de las áreas se podía asistir a una pequeña exposición dedicada al carrocero italiano Bertone, cortesía del museo Volandia, junto a Milán y donde se podía disfrutar de un llamativo Autobianchi Runabout, biplaza de estilo buggy en el que algunos han querido ver el anticipo del Fiat X 1/9 y otros detalles estilísticos que luego se verían en el Lancia Stratos de rallys, como los pasos de rueda delanteros que son prácticamente idénticos. También un Corvette Ramarro de 1984 y un Lamborghini Génesis, propuesta de 1988 de monovolumen con motor V12 que se quedó en eso.

También quién prefiriera los vehículos de competición, podía encontrar absolutamente modelos de cualquier época, destacando especialmente los años setenta en todas sus variedades, desde Ferrari 312 de F.1 de Jacky Ickx, Suertes TS 9 de F1 de Mike Hailwood, hasta coches de resistencia como el Porsche 917 cola larga “Psicoledic” , un vehículo larguísimo pensado sólo para Le Mans, también el Gulf Mirage ganador de Le Mans, varios Ferraris 275 Tgb, Ferrari 312 P, Audi R8 LMP, McLaren F.1, Alfa Romero 33, Porsche 935 silueta, Ferrari BB Le Mans , Matra 670, Mercedes C11…….

El listado de vehículos y modelos que nunca faltan en una feria es extenso y es muy fácil olvidarse de muchos, por eso nos remitimos a la amplísima galería de fotos que os hemos preparado al final de este texto. Varios modelo de Bugatti en subasta, Mercedes SSK, Hispano Suiza en exposición y en subasta, Isotta Fraschini, Maybach, Delage, Wondeder, Horch, Jaguar XK y J 220, varios Ferrari Daytona 365 GTB 4 (hasta con volante a la derecha) y descapotable, Dino 246, un par de Aston Martin DB5 y un DB6 con una cuidadosa restauración en el stand de la empresa española Auto Storica, presente en esta feria desde hace varios años, tres Pegaso, un convertible que salía a subasta, del que se rumoreaba en la feria su dudoso pasado y uno carrozado por Saoutchick “recuperado” por una empresa americana y cuya “interpretación” del aspecto exterior como de varios detalles, tanto del vano motor como del habitáculo, nada tiene que ver con ningún Pegaso conocido y cuyo resultado final además de un dudosísimo gusto, era cuando menos triste y hasta grosero.

Maserati estaba representada también con modelos como el Ghibli y el Bora, al igual que Iso Rivolta, destacando un Grifo última versión, reconocible por su capot sobreelevado para dar cabida a un enorme motor v8 de 7 litros de cilindrada.
En ninguna de las ferias internacionales a las que he acudido había visto jamás expuestos en un solo evento juntos ¡siete Lamborghini Miura! incluido el de la propia casa que con su estand Polo Storico (nueva sección que restaura los vehículos a origen con certificación oficial) mostraba un SVJ y a su lado otro modelo despiezado.

En la subasta de Artcurial se podía ver un Amphicar matriculado en Mónaco, varios De Tomaso Pantera, distintos Lamborghini incluido un raro 400 GT, pero destacando especialmente un Countach primera serie “periscopio” (hay muy pocas unidades) cuyo primer propietario había sido el cantante Rod Steward. También un auténtico Shelby GT 350 de calle y por supuesto no podía faltar otro F.1, en este caso el Ferrari 126 C3 de René Arnoux. También se subastaron Tres barquetas TOJ y la curiosidad de ver una serie de micro coches, la mayoría réplica de modelos de fórmula 1 y de participantes en Le Mans.

Tuve la inmensa fortuna de aceptar la invitación de mi amigo Unai Ona, conocido fotógrafo por vocación y amante de los clásicos, allá por noviembre del pasado año y de comprar ya en aquellas fechas, los billetes del TGV que nos llevaría a Paris “volando” a ratos a más de 350 Km/h. Nuestro grupo se completó con Nacho Sáez de Cámara, periodista de reconocido prestigio en el mundo de los clásicos, en el que lleva más de tres décadas trabajando. Nosotros tres hace años que nos conocemos y como se suele decir….”todo lo que podía salir bien, salió”. Nuestro apartahotel estaba a apenas diez minutos caminando de la feria, el trato de nuestra “casera” fue exquisito y los tres días que pasamos en la capital francesa, reencontrando a un montón de amigos y conocidos fueron de esos que es difícil olvidar.
Si tenéis la oportunidad de acudir a Retromobile, sea la edición que sea porque todas son diferentes y no hay nada que tenga desperdicio, no lo dudéis ni un segundo.
Si el mundo de los clásicos te apasiona, toma nota de que si se presenta la oportunidad, tienes que ir a Retromobile en Paris ¡al menos una vez en la vida!
¡No te arrepentirás!
Josele